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Óxido blanco: formación, prevención, tratamiento.

El óxido blanco, también conocido como mancha blanca de almacenamiento, es un tipo de corrosión que afecta al acero recubierto de zinc (galvanizado). Se caracteriza por un depósito blanco, polvoriento o esponjoso en la superficie del metal. El óxido blanco es el resultado de una reacción entre el recubrimiento de zinc y la humedad en presencia de oxígeno, lo que conduce a la formación de hidróxido de zinc y carbonato de zinc. 

Formación de óxido blanco

La formación de óxido blanco en el acero galvanizado se produce mediante un proceso químico iniciado por la presencia de agua o humedad en la superficie del recubrimiento de zinc. Aquí hay una explicación más detallada de cómo se forma:

Óxido Blanco: Formación, Prevención, Tratamiento 1

  1. Galvanización: Primero, es importante comprender que el acero galvanizado es acero recubierto con una capa de zinc para protegerlo de la corrosión. El proceso de galvanización normalmente implica sumergir el acero en un baño de zinc fundido, un proceso conocido como galvanización en caliente.

 

  1. Exposición a la humedad: Cuando el acero recubierto de zinc se expone a la humedad, como la condensación, la lluvia o la alta humedad, el zinc reacciona con el agua y el dióxido de carbono del aire. Es más probable que esto ocurra en condiciones donde la humedad queda atrapada contra la superficie del metal sin una ventilación adecuada.

 

  1. Reacción química: La reacción química que tiene lugar se conoce como reacción de hidrólisis. El zinc reacciona con agua (H2O) para formar hidróxido de zinc (Zn(OH)2). Esta reacción se puede representar mediante la siguiente ecuación:

 

   Zn + 2H2O → Zn(OH)2 + H2 (g)

 

   El gas hidrógeno (H2) normalmente se dispersa en la atmósfera.

 

  1. Reacción adicional con dióxido de carbono: El hidróxido de zinc puede reaccionar aún más con el dióxido de carbono (CO2) del aire para formar carbonato de zinc (ZnCO3), que suele ser un componente del residuo blanco visible en la superficie. Esta reacción se puede representar mediante la siguiente ecuación:

 

   Zn(OH)2 + CO2 → ZnCO3 + H2O

 

Prevenir el óxido blanco

La prevención de la oxidación blanca en el acero galvanizado implica una combinación de manipulación, almacenamiento y, a veces, medidas de protección adicionales adecuadas. A continuación se presentan algunas estrategias clave para prevenir la oxidación blanca:

 

  1. Almacenamiento en seco: Guarde el acero galvanizado en un ambiente seco con bajos niveles de humedad para evitar la acumulación de humedad en la superficie.

 

  1. Ventilación adecuada: Asegure una buena circulación de aire alrededor de los artículos galvanizados para facilitar la evaporación de la humedad que se acumule.

 

  1. Apilamiento adecuado: Utilice espaciadores al apilar láminas o productos galvanizados para permitir que el aire fluya entre ellos, evitando que la humedad quede atrapada.

 

  1. Envoltura protectora: Si es necesario transportar o almacenar acero galvanizado durante períodos prolongados, utilice envoltorios protectores transpirables como papel VCI (inhibidor de corrosión volátil) o materiales similares que eviten la acumulación de humedad y al mismo tiempo permitan la circulación del aire.

 

  1. Evite el contacto con metales diferentes: Evite el contacto directo con metales más catódicos que el zinc, como el cobre o el latón, especialmente en presencia de humedad, para evitar la corrosión galvánica.

 

  1. Secado Inmediato: Si el acero galvanizado se moja, séquelo lo más rápido posible para evitar que la humedad reaccione con el recubrimiento de zinc.

 

  1. Tratamientos de Pasivación: Aplicar tratamientos de pasivación o recubrimientos de conversión que mejoren la resistencia a la corrosión del recubrimiento de zinc. El enfriamiento con cromato es uno de esos tratamientos, aunque las regulaciones ambientales han limitado su uso debido a la toxicidad del cromo hexavalente.

 

  1. Recubrimientos protectores: Aplique revestimientos protectores como pinturas o selladores transparentes para crear una barrera contra la humedad y los contaminantes ambientales.

 

  1. Inspección y mantenimiento: Inspeccione periódicamente los materiales galvanizados almacenados en busca de signos de óxido blanco y solucione cualquier problema rápidamente antes de que se produzca una corrosión significativa.

 

  1. Evite condiciones ácidas o alcalinas: Mantenga el acero galvanizado alejado de ácidos o álcalis fuertes que pueden corroer rápidamente el revestimiento de zinc.

 

  1. Uso de deshumidificadores: En ambientes muy húmedos, considere usar deshumidificadores para mantener un nivel de humedad más bajo alrededor de los productos galvanizados almacenados.

 

  1. Limite la exposición a las sales: En zonas costeras o regiones donde se utilizan sales descongelantes, trate de limitar la exposición del acero galvanizado a estas sales, ya que pueden acelerar la corrosión.

 

Al implementar estas medidas preventivas, se puede reducir significativamente el riesgo de formación de óxido blanco en el acero galvanizado, extendiendo así la vida útil y manteniendo la integridad del recubrimiento de zinc.

 

Tratamiento para superficies afectadas

Si ya se ha formado óxido blanco en el acero galvanizado, es importante tratarlo lo antes posible para evitar daños mayores al revestimiento de zinc y al acero subyacente. Estos son los pasos y métodos para tratar el óxido blanco:

 

  1. Evaluación: Evalúe la extensión del óxido blanco para determinar el tratamiento adecuado. Si el óxido blanco es ligero y la capa de zinc está prácticamente intacta, pueden ser suficientes medidas de limpieza y protección. Sin embargo, si la corrosión es severa y la capa de zinc se ha visto comprometida, podrían ser necesarias reparaciones o reemplazos más extensos.

 

  1. Limpieza: Elimina el óxido blanco limpiando la zona afectada. Esto se puede hacer usando un cepillo suave, un paño o una almohadilla no abrasiva. Es importante no utilizar lana de acero ni herramientas abrasivas que puedan dañar aún más el recubrimiento de zinc.

 

  1. Soluciones de limpieza suaves: Si el óxido blanco no se elimina fácilmente con métodos de limpieza en seco, utilice una solución de limpieza suave, como una mezcla de agua y un detergente suave. Enjuague bien el área con agua limpia después de la limpieza.

Óxido Blanco: Formación, Prevención, Tratamiento 2

  1. Neutralización: Para el óxido blanco más rebelde, una solución débil de bicarbonato de sodio (bicarbonato de sodio) en agua puede ayudar a neutralizar la corrosión. Después de aplicar la solución, enjuague bien el área con agua limpia.

 

  1. El secado: Después de la limpieza, seque la superficie completamente. Esto se puede hacer con un paño limpio o dejando que el acero se seque al aire libre en un área bien ventilada.

 

  1. Reparación del recubrimiento de zinc: Si el revestimiento de zinc se ha dañado significativamente, es posible que sea necesario repararlo. Esto se puede hacer usando pinturas, aerosoles u otros productos ricos en zinc diseñados para brindar protección catódica al acero expuesto.

 

  1. Recubrimientos protectores: Una vez que la superficie esté limpia y seca, aplique una capa protectora para evitar que vuelva a aparecer. Podría ser un tratamiento de pasivación, un inhibidor de la corrosión o un sellador que proporcione una barrera a la humedad.

 

Reflexiones Finales:

¿Le preocupa la integridad y apariencia de sus productos de acero galvanizado? Comprender las causas y las medidas preventivas del óxido blanco puede ahorrarle tiempo y dinero en mantenimiento y reemplazos. Recuerde, la clave para combatir el óxido blanco radica en un tratamiento inicial adecuado, un almacenamiento adecuado y una intervención oportuna ante los primeros signos de problemas. ¡Tenga en cuenta estos consejos para garantizar que sus estructuras galvanizadas permanezcan impecables y robustas en los años venideros!

5/5 - (2 notas)
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